NO TE QUEJES
No te quejes de nada ni de nadie.
Lucha siempre y espera siempre lo mejor.
Son los cobardes los que se quejan.
Son los inútiles los que lanzan reproches y culpan de su ineptitud a los demás.
Cuando tu te quejas de algo o de alguien, te debilitas, te empequeñeces, pierdes tiempo precioso y pones en peligro tu porvenir, tu equilibrio interno.
Nuestra dicha no depende de los demás, sino de nosotros mismos.
Recuerda esto que cita el filósofo Schopenhauer: "La felicidad no es cosa fácil; es difícil encontrarla dentro de nosotros mismos e imposible hallarla fuera".
Si sufres un engaño o una traición, ¿contra quién puedes quejarte, si tienes el propio poder de convertir el engaño y la traición en sabiduría y experiencia?
Trabaja siempre, observa con cuidado todo cuanto te rodea; afánate en el estudio, cultiva las buenas y confortables lecturas y sé optimista pase lo que pase.
No olvides la sabia enseñanza de Joaquín Trincado, filósofo y educador: "¿Tu quieres ser sabio?: estudia en ti mismo; habla poco, piensa alto, mira hondo, observa siempre y aprende de todos."
Si tú eres perseverante y no abandonas este camino de avance, ya no tendrás motivo para quejarte y habrás asegurado tu prosperidad personal, habrás conquistado tu reciedumbre moral, tu salud y todas las cosas que son en la vida contentamiento, orgullo, solaz y fuerza espiritual.
Se quejan los malos, los perversos, los haraganes, los que todo lo quieren sin arriesgarse. Tu no debes imitar a esos necios.
Lucha, ama la acción y si no triunfas como lo deseas, no te amedrentes, no te declares derrotado.
Olvídate del fracaso y sigue luchando con nuevos bríos. Esa es la única manera, la más fecunda, de probar tu calidad de hombre o de mujer, de demostrar que eres inteligente y amas de verdad el progreso.
Uribe Bueno
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